Pensando sobre el Día de los Padres
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu Nombre. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. Mateo 6:9-10 Me encontraba recostada, pensando sobre el Día de los Padres. Mi padre murió hace casi cinco años. Doy gracias a Dios por él. De muchas formas fue para sus hijos un reflejo del amor de Dios. No acumuló nada para sí. Vivió sencillamente, nos dio lo necesario. Fue generoso con todo el que le rodeaba. Amó a Dios entrañablemente. Trabajó hasta su vejez deseando poder dejarnos algún legado que facilitara nuestra vida. Finalmente no pudo dejarnos muchas cosas materiales. Las pocas que dejó quedaron gravadas por el gobierno. Pero nos dejó un mensaje claro que cualquiera de sus hijos o nietos puede citar: "Primero Dios, después la familia, después el trabajo o los estudios y luego lo demás; en ese orden". Siguiendo su consejo, el mejor regalo que puedo dar a Dios como Padre es hacer Su voluntad. Mientras pensaba en estas cosas escucha...