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Mostrando entradas de septiembre 25, 2011

El ejército de Dios se prepara

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El Señor está despertando a la mujer en Su Iglesia. La está haciendo consciente de su valor, de las capacidades que Él le dio, de que fue creada con propósito y de que tiene una responsabilidad grande en el ministerio de la reconciliación y la consolación. Sensible, como es, Dios puede usarla para tocar lo más profundo del alma humana. 
Amistades improbables Pero, ¿qué debería ser más improbable que una amistad entre Dios y el pecador? Mas Dios muestra Su amor para con nosotros en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Romanos 5:8 ¡Gracias a Dios por Su don inefable (Jesús)!
El poder de_las_palabras

Hay esperanza si esperas en Dios

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Cuando estuve en mi proceso de divorcio, durante algún tiempo pensé que mi esposo regresaría al hogar. Me impuse a mí misma perdonarlos a él y a su amante para estar lista para su regreso. Él no regresó. Veinte años más tarde me di cuenta de que sólo había reprimido mis emociones. Las raíces de mi amargura por su infidelidad seguían enterradas y vivas en el terreno fértil de mi corazón herido, que se apantanaba en las aguas de la autoconmiseración, el mal humor, la depresión y un llanto incesantemente e inexplicable que fluía con cada ciclo menstrual. Todo eso dificultaba que me sintiera feliz, a pesar de haberme casado de nuevo.

Oración por la mujer

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Padre Eterno, te rogamos que en este día bendigas a todas las mujeres que has creado. Que bendigas a aquellas que no han conocido a Jesús, para que puedan llegar a su conocimiento y disfrutar de tu amor. Que bendigas también a aquellas que buscan conocerte más íntimamente. Te rogamos que les des la sensibilidad suficiente para aprender a oír tu voz y distinguirla de cualquier opinión humana. Dios, guíanos a todas hacia el hermoso sueño para el que nos diseñaste a cada una. No permitas que ideas humanas nos desvíen de Tu voluntad. Que cada una tenga clara la visión que Tú tienes para el cumplimiento de tu propósito en su vida y que cada una lo ejecute con valentía. Por Jesús, nuestro amado Salvador, te lo pedimos. Amén y gracias, Señor, por lo que harás.