Orad sin cesar

Estaba buscando imágenes sobre la alabanza y estas dos llamaron mi atención.

En la primera hay una joven junto a un piano y, fuera de la habitación, más o menos sobre la figura de ella, una paloma. Me hace pensar en la oración y el cántico que se hacen bajo la inspiración del Espíritu Santo. Se dice que las neuronas de nuestro cerebro que están relacionadas a las emociones encuentran su óptima salud bajo el efecto de la alabanza y la adoración a Dios. Es que para eso fuimos creados.

La segunda imagen es de una niña orando junto a sus muñecas. La frase lee "Ora. Eso provoca milagros". A veces nos preguntamos por qué ya no vemos tantos milagros como en otro tiempo. Se me ocurre pensar que nos hemos habituado a confiar en nosotros y en otros para resolver los problemas, y a quien último acudimos por ayuda es a nuestro Dios. Quizás por eso a veces tenemos que atravesar dificultades extremas para humillarnos y reconocer nuestra necesidad de Él. 

La vida siempre tendrá buenos y malos momentos. Pero los mejores momentos -independientemente de las circunstancias que enfrentemos- serán los momentos de oración y alabanza. A través de la oración Dios nos hace volar como águilas y experimentar la paz de ver la vida desde una perspectiva eterna.

En tu presencia hay plenitud de gozo, delicias a tu diestra para siempre.  Salmo 16:11