De tiempos y cosas que no existen

     Hace algunos días un amigo vino a visitarme. Él es aficionado a asuntos de ciencia. Usualmente me cuenta cosas que ha escuchado y aprendido a través de programas o vídeos de temas científicos o investigativos. Ese día me contó sobre un vídeo en el que se planteaba que el presente no existe, pues deja de ser a cada momento. Este planteamiento es tan antiguo como la filosofía griega. Además, un breve momento de reflexión nos permitiría entenderlo. Pero en este caso el planteamiento se demostraba con varios ejemplos científicos. 

     Uno de ellos fue que la luz del sol tarda 8 minutos en viajar hasta la tierra, por lo que cuando "vemos" el sol en un punto del firmamento, sólo experimentamos una ilusión, porque éste ya se encuentra donde lo "veremos" 8 minutos más tarde. En el caso de las estrellas, su luz viaja una cifra milllones de metros por segundo, pero por su distancia de la Tierra, demora mucho en alcanzarnos. Cuando "vemos" su destello hace muuuuuucho que se fue a otro lugar o simplemente ya ni existe. (Se me ocurre preguntarme con cuánta anticipación envió Dios la luz de la estrella de Belén al portal donde nació Jesús.)

     Bueno, el asunto es que escuchando a mi amigo se me ocurrió que son muchas las cosas en este mundo que son simple ilusión. Como decía él, prácticamente nada de lo  que vemos es como lo vemos realmente. Ocurre igual con los seres que no viajan a tan alta velocidad como la luz (algunos no parecen moverse jamás). A veces están aparentemente presentes, pero sus pensamientos hace mucho que se mudaron a otro lugar. La Palabra dice en Isaías 29:13:  "El Señor me dijo: Este pueblo me sirve de palabra y me honra con la boca, pero su corazón está lejos de mí, y el culto que me rinde son cosas inventadas por los hombres y aprendidas de memoria". 

     El Único presente que siempre existe es Dios porque no cambia ni deja de ser. Así que el sol puede estar ya en el otro lado de la Tierra mientras disfruto la ilusión de su ocaso y las estrellas pueden no existir mientras observo el destello de su luz en las noches, pero el Dios que creó todo y que está fuera de todo tiempo Es siempre. Siempre real, siempre presente, siempre accesible.

     Otra cosa que pensé después de reflexionar sobre lo que me contaba mi amigo, fue lo importante que es vivir enfocados en los valores eternos. Así que escribí el siguiente pensamiento:

Cuando comprendemos que el presente realmente no existe, porque continuamente deja de ser, comenzamos a interesarnos por aprender y hacer las cosas que continuarán teniendo relevancia cuando lo que hoy es el futuro se haya convertido en el pasado.

¡Que Dios nos ayude a enfocarnos en la realidad a la que pertenecemos, Su Reino eterno!

Apocalipsis 1:8  Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.

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