¿Verdad o mentira?

Esta mañana al levantarme pensé por alguna razón en el contraste entre la luz y las tinieblas y la contraposición entre la verdad y la mentira. Pensé que quien miente y engaña es como quien coloca un objeto en un lugar oscuro con la intención de que sirva de obstáculo y tropezadero a otro/s. Si quien entra a una habitación a oscuras desconoce el obstáculo colocado con ese fin, por cierto caerá en la trampa. 

Dios es Luz. Cuando vivimos buscando la luz del Señor a través de la dirección de Su Espíritu, que conoce lo profundo del corazón, cuando vivimos recordando Su Palabra, que es lámpara a los pies, andamos como con un quinqué encendido. Aunque haya oscuridad y tropecemos, nuestro Señor nos guardará de caer porque hemos confiado en Su Luz divina y perfecta y no en nuestra propia prudencia.

Hay mentiras que logramos discernir por experiencias previas o por conocer a una persona de antemano. Hay engaños que logran sorprendernos. Pero bendito sea el Dios de Verdad y Luz que abre nuestros ojos y nos ayuda a comprender en nuestro espíritu lo que no vemos con la vista física. 

Hebreos 4:12  Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.
Mateo 10:26  Así que, no los temáis; porque nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado; ni oculto, que no haya de saberse.