Recobra ánimo, ¡Reincorpórate!

El pasado domingo escuché una predicación del Rvdo. Miguel A. Morales, pastor de la Iglesia Discípulos de Cristo en Bayamón. Creo que hay varios puntos que sería bueno mantener siempre presentes.

1. Todos nos agotamos en momentos diversos de la vida. Todos necesitamos hacer un alto y tomar un descanso físico, psicológico, emocional. Pero tenemos que retomar fuerzas y reincorporarnos. La vida no termina en el agotamiento. Sobre todo en la vida espiritual hay que volver a comenzar.

2. Cada reto que Dios nos presenta debe ser interpretado como una oportunidad para vencer, no para ser vencido. Para transformar una oportunidad en victoria hay que vivir mirando al Señor. Olvida las actitudes que tuviste en el pasado, en Cristo puedes comenzar de nuevo.

3. Los hebreos que menciona Hebreos 10:10-39 habían sufrido persecusión, les habían quitado sus propiedades, los habían encarcelado; todo por seguir a Cristo. Estaban sin fuerzas para continuar. Sentían que Dios los había abandonado. El apóstol les hace ver que Dios no nos abandona. Por el contrario, Dios se dio a sí mismo por nosotros. Dios es sensible a nuestro dolor. Jesús sufrió igual que nosotros y se compadece de nosotros. Él intercede por nosotros ante el Padre. 

4. El fundamento de nuestra esperanza está anclado en la naturaleza de Dios, no en nuestras capacidades. Por encima de la adversidad material o física, Dios nos sostiene si mantenemos nuestra mirada en Él, conscientes de que pertenecemos a un Reino espiritual en el cual Él es Soberano. 

5. Dios nos sostiene para que nosotros, con la fe fortalecida, podamos sostener a otros más débiles, más cansados, más desanimados. Hay cansancio plagado de dolor y angustia. He ahí la importancia de congregarnos y animarnos mutuamente. El culto de adoración a Dios es tanto para recibir consolación como para dar consolación.