Por pura gracia
Escuché a alguien narrar la siguiente
ilustración. Un hombre muere y llega a la entrada del Cielo. En la recepción le
indican que para entrar necesita haber acumulado 1,000 puntos. Deberá indicar
qué ha hecho para saber si ha ganado el puntaje suficiente.
-
He sido cristiano desde niño. He
cumplido todos los mandamientos. Resistí las tentaciones, nunca me aparté de
los caminos del Señor.
-
Bien, tienes un punto.
-
He sido líder en la iglesia y
en la comunidad. He llevado el Evangelio a muchos que se han convertido a Jesús.
-
Bien, tienes otro punto.
-
Vendí todos mis bienes para dar
a los pobres, he sido honrado, he ayudado a muchos; he sido fiel en ofrecer misdiezmos y ofrendas.
-
Bien, tienes otro punto.
-
He orado, he ayunado, he
estudiado la Biblia, he obedecido a Dios en todo lo que me ha mandado hacer.
Así sostuvieron su charla durante un rato.
Por fin el hombre que había muerto no encontraba qué más añadir a su lista de
créditos, pero aún su cuenta estaba demasiado baja. Entonces pensó que no
tendría posibilidad de entrar al Cielo tan esperado y suspiró:
-
No entiendo, después de tantos
esfuerzos, sólo tengo unos pocos de puntos. ¡Jamás podré entrar al Cielo, si no
es por la gracia de Dios!
Entonces el receptor le dijo:
-
Bien, ahora sí puedes entrar.
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!
porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de
la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin
dejar de hacer aquello. Mateo 23:23
Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto,
así también la fe sin obras está muerta. Santiago 2:26
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de
vosotros, pues es don de Dios; no
por obras, para que nadie se gloríe. Efesios 2:8-9
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