Hay historias tristes

Hoy he escuchado algunas historias tristes. Hay historias tristes y gente triste todos los días. Es parte de la vida humana. Pero el enemigo de Dios está intentando generalizar nuestra tristeza y convertirla en una forma de vida, o más bien de existencia sin vida. Eso no es lo que Dios diseñó para ninguna de Sus criaturas.

La prueba tiene sus momentos y su propósito. Es normal que en medio de tribulaciones, enfermedad y situaciones de crisis nos sintamos ansiosas o tristes. Pero estos momentos tienen que pasar y tiene que haber momentos de luz y gozo, de sosiego, de fortalecimiento, antes de iniciar un nuevo proceso de pruebas y crecimiento. La vida no puede ser toda tristeza. Incluso en medio de los momentos tristes, la Palabra declara que el gozo del Señor nos sirve como fortaleza, es decir, que nuestro corazón está esperanzado al saber que en la presencia del Señor, donde hay plenitud de gozo, podemos encontrar fuerzas a pesar de nuestras emociones momentáneas. 

Yo viví muchos años atada a la tristeza. Fue difícil desprenderme de ella. Pero te aseguro que Dios puede y quiere hacerte volver a reír. No escuches los mensajes negativos del enemigo de Dios, escucha las promesas de Su Palabra viva y eficaz y permite que ministren alivio y fe a tu corazón. Hoy convoco a todas a orar por nuestras hermanas sumidas en pruebas y -sobre todo- por aquellas que se han detenido en el lodo resbaladizo de la desesperanza y sienten que no pueden salir de él. Unidas podemos fortalecernos mutuamente, con la Palabra de Dios y la oración como armas de guerra. 

¡A la batalla, Princesas Guerreras; el Rey de los ejércitos de Israel está con nosotras!

Juan10:10  El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.

Juan 10:27-30  Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. Yo y el Padre uno somos. 

Juan16:33  Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo. 

Mateo 18:18-20  De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo. Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.


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