Quédate quieta
Ayer el hermano Johnny Adorno, de la Iglesia Discípulos de Cristo,
comentaba que cuando él estaba en el ejército le daban las siguientes
instrucciones: <Si caen en un pozo de arena movediza, quédense quietos. Sólo
de esa manera podrán mantenerse a salvo hasta que llegue la ayuda. Si comienzan
a moverse para tratar de salir por su propio esfuerzo, se hundirán y la ayuda
no llegará a tiempo para salvarles>.
El hermano Adorno utilizaba esta instrucción como metáfora para explicar por
qué Dios nos manda a estar quietos y esperar en Él. A veces las situaciones se
tornan difíciles y desesperantes. Si insistimos en salir a flote por nuestro
propio esfuerzo y nuestra limitada sabiduría humana, a pesar de darnos cuenta
de que no estamos progresando, comenzaremos a hundirnos en la desesperanza y la
depresión antes de que podamos ver la mano de Dios obrando en nuestro favor.
Toda situación, buena o mala, favorable o desfavorable de nuestra vida llegará
a su fin si sabemos actuar cuando debemos hacerlo y estar quietos en humilde y
dependiente espera en Dios cuando así sea necesario. Él siempre desea darnos la
victoria, pero a veces Sus estrategias no son las que imaginamos más acertadas.
A veces porque Él ve más allá que nosotros y sabe lo que tenemos que aprender o lo que no nos conviene retener; otras veces porque simplemente quiere manifestar Su poder ofreciéndonos un regalo que demuestre la grandeza de Su amor por nosotras.
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