Ellos sí vivieron felices para siempre…

Como solían decir nuestros padres: “Nadie sabe lo que hay en la olla, sino la cuchara que la menea”. Esta expresión se usó muchas veces en referencia a las relaciones matrimoniales y la familia. Si has visto hoy la página de MSN que se activa cuando sales de alguna cuenta Hotmail, debes haberte encontrado con una foto de Marc Anthony y Jennifer López y un anuncio de su separación. Creo que con la alta tasa de divorcios en el mundo esta noticia produce una doble reacción de “sorprendente” y “no tan sorprendente”.

 

Hace poco estuve visitando una iglesia y al terminar la clase bíblica, un hermano pidió hablar un momento. Quería anunciar al grupo que él y su esposa estaban divorciados. Dijo que hacía tiempo que se habían divorciado, aunque continuaban yendo juntos a la iglesia y sentándose uno al lado del otro. También dijo que su familia no sabía que estaban divorciados y que ese día esperaba comunicarles la nueva de un ya viejo divorcio del que no se habían percatado (al menos según su percepción). A veces cuando nos hemos divorciado podemos pensar que otros tienen la dicha de mantener un matrimonio armonioso. ¡Qué bueno sería que ésa fuese la realidad de todas las parejas que luchan por su relación y por su hogar! Pero a menudo alguno de los dos se cansa de trabajar la relación y las expectativas de vivir felices para siempre se convierten en un sueño ilusorio. 

No hay que mirar con envidia a las parejas que permanecen unidas. Para quienes continúan casados no ha sido fácil, aunque a veces nos parezca así. Si has conocido el dolor de atravesar un divorcio, te invito a orar por los matrimonios y las familias que todavía luchan por mantener su cohesión, porque ésa es una lucha diaria y perpetua y no todos logran prevalecer. En lugar de mirar desde afuera con nostalgia, pensando que ellos sí lograron el final feliz de los cuentos de hadas que nosotras en este momento no disfrutamos, oremos al Señor para que los ayude cada día a superar las tormentas que azotan a nuestras familias y que han causado tan tristes y serios efectos en nuestra sociedad.